Una cita positiva en Recursos Humanos es aquella de “El que no comunica no exíste”. Precisamente esto es lo que piensa Alejandro Formanchuk, especialista en comunicación y marketing de Formanchuk & Asociados. Cree que en tiempos de crisis, los departamentos de comunicación de las empresas deberían adquirir un mayor peso en la estructura de las mismas y un aumento de sus competencias. Entre las diferentes funciones que tiene el departamento de comunicación, la que más se debería destacar es la Comunicación Interna. Una interrelación con la plantilla no sólo informativa, sino más emocional y motivadora. Estas son algunas de las claves que más despuntan en este tipo de comunicación:
- Abrir más el oído y la boca.
Hoy más que nunca la gente desea desesperadamente una interacción humana y sincera. Los directivos deben lograr que ésto lo sepan todos los líderes y comprendan que el lenguaje es poderoso. Es el momento de dejar de lado el mutismo y dar paso a la motivación. En este campo el área de comunicación puede intervenir como asesor interno.
- Transmitir mensajes importantes y verdaderos.
El objetivo fundamental de este punto es el de no crear incertidumbre entre los empleados. La empresa debe aportar respuestas: qué va a pasar con la empresa, qué proyectos tiene, quién está a cargo, etc. Dejar de lado lo que el experto en dirección Tom Peters denomina “Lenguaje Insípido Aceptable”. Ahí debe reforzarse la comunicación interna.
- Ser coherentes.
La comunicación es lo que dices pero también lo que haces y muestras. El líder de la empresa debe ser coherente para mantener las tres dimensiones: la coherencia da confianza, la confianza es la base de la relación y una empresa es un conjunto de relaciones.
La clave es que el departamento de comunicación actúe no sólo como un aparato emisor de mensajes sino también como asesor de los líderes.
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