Habría que hacerle un monumento a la señora Wallace. Vaya tenacidad, vaya coraje, vaya entrega… Eso sí, sus cualidades no conmovieron al juez encargado de dictar sentencia a los asesinos de su hijo. A ese hombre, por lo visto, no le horroriza la vileza de los acusados ni le impresiona mayormente el secuestro como un delito absolutamente odioso. Ese magistrado no sabe de sufrimientos ajenos ni se ha enterado tampoco de que nosotros, los ciudadanos de a pie, queremos que él y sus colegas impongan las penas más severas de todas a los secuestradores, a falta de que la cadena perpetua figure en los esperpénticos Códigos Penales de este país.

En fin, el lamentable desenlace jurídico del caso Wallace nos demuestra, de la manera más descarnada, que el problema de la inseguridad jurídica (con todas sus manifestaciones: la delincuencia galopante, la impunidad y la flagrante injusticia del sistema) es tan impenetrable como la realidad misma de unos jueces, gente de carne y hueso, que no hacen bien su trabajo. Los miembros del Ejército y la Policía Federal, luego de jugarse el pellejo en peligrosas acciones contra las mafias, aprietan simplemente los dientes cuando comprueban que los sanguinarios asesinos que han logrado detener vuelven a salir a la calle gracias a los buenos servicios del magistrado de turno.
A México le urge una gran limpieza nacional. Pero, ¿quién es el valiente que va a comenzar a barrer la casa?, ¿quién le pone el cascabel al gato?...
muy bueno el articulo sobre el caso wallace, la neta en mexico nos hacen falta politicos con patriotismo y honeztidad para que se logre una mejor al pais y a su sistema penitenciario ya que la neta esta del asco, ni Chile siendo un pais "3er mundista" tiene un sistema tan deficiente,
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