marzo 11, 2013

UN ASUNTO MUY GORDILLO

Después de leer las crónicas del acto del domingo, donde miles de militantes del Partido Revolucionario Institucional aprobaron a mano alzada y con una fuerte aclamación la nueva posición de ese partido frente al Impuesto al Valor Agregado y su eventual, pero urgente e imperativa universalización, no pude menos que regresar a releer los capítulos 8 (Las reformas como pretexto de la traición), 10 (La reforma hacendaria), 11 (La derrota de la propuesta fiscal) y el 13 (La sustentabilidad energética) del libro que le publicó a La Maestra la editorial Plantea en el año 2005. El título es El paseo de las reformas: la batalla por México.

La conclusión inmediata, al releerlos y confrontar lo que ahí se plantea con las declaraciones de distinguidos priistas —hechas ese día y los dos o tres anteriores— algunos de los cuales orquestaron, dirigieron y operaron la defenestración (“destituir o expulsar a alguien de un puesto, cargo, situación, etcétera”) de La Maestra al principio de la LIX Legislatura, no pude menos que concluir —casi diez años después—, que al fin La Maestra había alcanzado la victoria; pírrica, pero victoria al fin.

Los argumentos expresados en el libro (articulados y sólidamente expuestos), una vez contrastados con lo escuchado el domingo y los días anteriores, pude concluir que esto último, más que argumentos era un burdo y malogrado intento para no tener que admitir el error garrafal cometido a fines de 2003.

Ésta, es la mejor demostración de lo que resulta cuando políticos cortoplacistas, ponen la venganza y su mezquindad por encima de los intereses generales del país. Cuando esto sucede, el único que pierde es el país.

Volvamos ahora al libro mencionado arriba. Sé que es difícil —mas no imposible— obtener un ejemplar del mismo; vale la pena tratar de obtenerlo y leerlo hoy, cuando los verdugos de ayer se alzan victoriosos y aprueban con una aclamación lo que hace casi diez años rechazaron con todo, y de la peor manera. Sin embargo, no hay que sorprendernos, la política real así es; ingrata por naturaleza.

¿Qué suerte correrán esta vez, las reformas que ayer rechazaban los que hoy las impulsan con un celo digno de mejor causa? ¿Es algo seguro la aprobación de las mismas por parte del Congreso? ¿En verdad, éste las va a aprobar? ¿En serio?

¿Y si no las aprobare? ¿Quién escribiría el equivalente a El paseo de las reformas de La Maestra? ¿Quién haría el recuento de la nueva traición, si la hubiere? De repetirse aquellos acontecimientos negativos para el país y su crecimiento, ¿quién encabezaría la oposición a lo que con profesionalismo político y su conocida y probada habilidad y capacidad negociadora, encabezaría el Licenciado Beltrones? ¿Quién sería, esta vez, de repetirse por supuesto lo que vimos en noviembre de 2003, el nuevo Emilio Chuayffet? ¿Quién jugaría hoy, el papel que éste jugó hace casi diez años?

Por otra parte, ¿qué explicación darían aquellos que el domingo lucían exultantes, triunfadores en toda la línea, en caso de que “del plato a la boca, se les caiga la sopa”? ¿Cuáles serían sus argumentos, si esta vez el gobierno federal lo encabeza un priista?

Espero equivocarme, y que comamos sopa, la grave situación del país lo exige.

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