En la edición correspondiente al lunes 25, la colaboración de la señora Mary A. O’ Grady en The Wall Street Journal, la dedicó a México. En ella, da cuenta de una entrevista que sostuvo con el secretario de Hacienda, doctor Luis Videgaray, de quien afirma, “is widely viewed as the economic brains of Peña Nieto operation” (“es ampliamente considerado como el cerebro económico de la Operación Peña Nieto”).
La lectura cuidadosa de dicha colaboración (“Will Mexico welcome wildcatters?”) cuya traducción libre sería: “¿Dará México la bienvenida a quienes esperarían encontrar petróleo en un área que no se la conoce como campo petrolero?”, deja varias preguntas sin respuesta. (Le ofrezco una disculpa, pero no tenemos un término equivalente a “Wildcatter”).
Tres días después, el jueves 28, otro alto funcionario (Emilio Lozoya, director general de Pemex), concedió “his first in-depth interview” al Financial Times. El título de la nota —en la primera plana con llamado a la cuarta—, reza así: “Oil reform poised to spark rush for Mexico” (“La reforma petrolera llamada a detonar un gran interés por México”).
¿Por qué nuestros altos funcionarios —no sólo ellos dos y no de ahora—, hablan con medios extranjeros con una apertura y confianza en temas de vital importancia para el país y su futuro, la cual escasea en las pocas ocasiones que conceden una entrevista a medios nacionales? ¿Por qué el rechazo a éstos? ¿Acaso consideran a sus reporteros, incapaces y no dignos de entrevistar a tan distinguidos funcionarios?
Asimismo, ¿por qué prefieren decir “cosas” que aquí no se atreven, a medios del exterior y no a medios locales? ¿Acaso piensan que nadie lee aquéllos y en consecuencia, el costo político a pagar es nulo o ínfimo? ¿Tan jodidos estamos, tan jodidos nos ven? Vayamos ahora a lo que dijeron.
El contenido de la colaboración de la señora O’ Grady permite concluir, que el petróleo ocupó el lugar privilegiado en la plática. Dos citas textuales que incluye, son de llamar la atención. La primera (en traducción libre) es ésta: “Es muy difícil explicar por qué México es un país con energía cara teniendo abundantes recursos”.
La segunda, un poco más larga y también en traducción libre, es: “Cuando usted explica que el objetivo es reducir el costo de la energía para las viviendas y las empresas pequeñas y medianas, se vuelve más claro por qué estamos tratando de hacer esto. Por supuesto esto será muy político. No estoy diciendo que será fácil. Pero es algo que el Presidente ha decidido hacer”.
Si entendí bien, de esto último es posible inferir que la idea central que subyace a la reforma energética, es reducir el precio de la energía a los consumidores residenciales y a las pequeñas y medianas empresas. Si así fuere, mejor dejemos las cosas como están pues lo afirmado por el secretario significaría, en pocas palabras, malbaratar la energía.
Eso que le dijo a la señora O’ Grady, ¿se atrevería a decirlo aquí, donde “es ampliamente considerado como el cerebro económico de la Operación Peña Nieto”? Por lo demás, la “Estrategia Nacional de Energía 2013- 2027” afirma (página 11, párrafo 2), no sólo algo diferente, sino opuesto.
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