La semana pasada estuvo aquí la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner. Al respecto la personalidad y atracción que genera esta mandataria y mujer inteligente provocó el desbocamiento de medios de comunicación, empresarios, políticos y otros actores del acontecer nacional.
Se celebraron diversas reuniones y encuentros con los líderes de distintos sectores y partidos políticos. Todo el mundo quería estar con Cristina.
Sin embargo, tanto glamour hace que se pierda de vista la profundidad de una visita de Estado tan interesante y completa como la que se hizo. Es paradójico que el bombo y platillo con que se celebran los temas de fondo muchas veces opaquen su contenido.
Analizando con detenimiento cada uno de los acuerdos a los que la República Argentina llegó y concretó con el gobierno mexicano durante esta gira, probablemente la conviertan en una de las más productivas que haya realizado algún jefe de Estado a nuestro país recientemente.
Nada estuvo más lejos que el “turismo político” durante su estancia. Por el contrario, la agenda fue agotadora y ambas administraciones abordaron prácticamente todos y cada uno de los temas que les incumbe.
Además, las negociaciones que hicieron posible la firma de 12 instrumentos de vinculación bilateral, fueron posibles gracias al arduo trabajo de nuestros diplomáticos especializados durante muchos meses previos.
En este sentido, se adquirieron compromisos importantes mediante cuatro Acuerdos de Cooperación relacionados con temas medioambientales, agrarios, mineros y pesqueros. Se pactaron también dos protocolos de trabajo firmados con el Conacyt para hacer inversiones conjuntas en nanociencia y biotecnología.
Hubo coincidencias en temas forestales e inversiones bilaterales asentadas a través de dos Memorándums de Entendimiento. Uno de los asuntos más relevantes fue la firma del Convenio de Reconocimiento Mutuo en materia educativa, que impulsará el flujo de estudiantes entre nuestras naciones.
Finalmente se llegó a un Tratado de Extradición que dará certeza y fortalecerá el marco jurídico existente en la materia.
Hubo también pronunciamientos conjuntos. Entre otros temas, algunos fueron sobre la situación en Haití, el cambio climático, la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU (somos parte del Movimiento Unidos por el Consenso), derechos humanos, tráfico ilícito de armas y delincuencia organizada.
Con Argentina tenemos, además, un Acuerdo de Asociación Estratégica, que es dinámico y que está funcionando sistemáticamente. En el marco de éste, además de las reuniones que se realizan por funcionarios, paralelamente a la visita presidencial, empresarios de ambos países aprovecharon para tener acercamientos e iniciar sus primeras negociaciones.
Es decir, un viaje de esta naturaleza justifica con creces la salida de los mandatarios de sus respectivos países. Se entiende también el cúmulo de eventos en los que estuvo la presidenta Fernández, así como la vinculación con diversos actores.
Es precisamente así como deben realizarse las giras presidenciales. Vale la pena entonces tomar nota de las formas, los contenidos y la seriedad con la que esta nación hermana está materializando su agenda internacional.
En esta gira presidencial no hubo banalidades huecas, ni pretextos vacíos por salir al exterior y mucho menos beatificaciones; pero sí un trabajo arduo, constructivo y sumamente eficaz de su equipo, así como de nuestros diplomáticos encargados de América Latina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario