septiembre 28, 2012

¿SERÁ QUE LO LEAN?

Dicen los que los conocen, que buena parte de los integrantes de nuestra clase política no lee ni el letrero de “Alto” en las esquinas; esto, que si nada más se presentare en este grupo sería algo grave, se da con una frecuencia que raya en la insania en no pocos de nuestros “analistas” que sin la menor consideración y respeto a la inteligencia de quien nos lee u oye porque pocos son los que hoy en día escuchan, les recetamos a éstos una avalancha de opiniones que las más de las veces están débilmente sustentadas o bien, son unos disparates que nos deberían avergonzar.

Para tratar de no caer en esto que señalo, daré enseguida a usted unas cuantas cifras relativas a nuestro mercado laboral para ver si con ello lo convenzo de la necesidad más que impostergable, para reformar de manera profunda nuestra caduca Ley Federal del Trabajo.

Las fuentes son dos, el Instituto Mexicano del Seguro Social y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Por razones “sexenales”, tomo las cifras correspondientes al periodo que va del 30 de noviembre de 2000 al 31 de agosto de 2012. Veámoslas pues.

De acuerdo con las cifras al 30 de noviembre de 2000, el total de Trabajadores Permanentes y Eventuales Urbanos era 12 millones 737 mil 503; seis años después, a agosto de 2012, aquel Total subió a 15 millones 821 mil 982. Esto significa que nuestra economía sólo pudo crear, en 12 años, 3 millones 084 mil 479 empleos formales; ésos, como suelen decir Lozano y Calderón, que “tienen nombre y apellido”.

¿Qué le parece esta capacidad de nuestra economía, en lo que se refiere a la creación de empleo formal? ¿Le parece adecuada a las necesidades de nuestra realidad demográfica, crear por año la fabulosa cantidad de 257 mil empleos? ¿A usted, le satisface esto?

Veamos ahora la Industria Manufacturera; para noviembre de 2000, esta actividad económica registraba 4 millones 484 mil 101 trabajadores y ese número, para agosto de 2012, era ya 4 millones 155 mil 467. Es decir, si los registros del IMSS son correctos y no tengo elementos para dudar de la justeza de sus cifras, la Industria Manufacturera perdió, en 12 años, casi 329 mil puestos de trabajo.

Si vemos las cifras para cada fin de año de esta actividad, podemos darnos cuenta que en diciembre de 2008 el total de trabajadores alcanzó la cifra de 3 millones 617 mil 186; es decir, la caída en ocho años fue de poco más de 860 mil puestos de trabajo manufactureros.

¿Qué le parece? ¿Acaso estas cifras nos hablan de la incapacidad de las administraciones panistas en materia de creación de empleos formales? Ni de lejos; lo que las cifras demuestran, es la incapacidad estructural de la economía para crear empleo formal.

Las rigideces del mercado, estimuladas y protegidas por una ley caduca, son las causantes —en buena medida—, de esa situación. Puede ser Javier Lozano un perfecto hígado pero, eso no basta para impedir la creación de empleo formal; puede, de la misma manera, Felipe Calderón ser un político menor pero, tampoco ésa es la causa.

Si bien una ley caduca como la Federal del Trabajo vigente no es la única causa de la falta de empleos, esto no es razón para no empezar a reducir ya sus efectos negativos.

Urge su puesta al día y la remoción de los obstáculos que nos sumieron en la mediocridad la cual, alcanza ya niveles peligrosos.

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