En los últimos días y en respuesta a los planteamientos de Peña Nieto y de otros candidatos priistas acerca de la marcha de la economía, han aparecido artículos de quienes los refutan y concluyen que la marcha de la economía es hoy, por decir lo menos, buena.
Dejo de lado sus intentos por ridiculizar lo que aquellos afirman, y voy a lo que dos de ellos han escrito estos días; Arturo Damn en La Crónica -Economía, ¿qué tan mal?- y Fernando Amerlinck en la página Asuntos Capitales -¿Ochenta años… de qué, señor Peña?- www.asuntoscapitales.com, dan sólo cifras para demostrar que estamos bien y la economía avanza, que no está detenida.
Difiero de ambos; sus argumentos son efectos de causas que no aparecen en sus artículos; dejan de lado lo fundamental: la falta de reformas. Afirman que las cifras de estos 12 años, son mejores en todos sentidos a las de los años previos al 2000; ¿basta eso para probar que la economía no está detenida, y que estamos bien?
¿Por qué no comparar lo hecho con lo que otros hicieron estos 12 años? ¿Por qué en estos casi seis años de la presente administración —del 30 de noviembre de 2006 a la fecha—, nuestra economía no creó ni siquiera dos millones de empleos formales? ¿Acaso se debe, como señalan algunos, a la crisis que nos llegó de fuera? Es decir, ¿no hay causas internas que expliquen esa ridícula cantidad?
Tres párrafos de la colaboración de Fernando merecen ser transcritos; en ellos, pienso se resume buena parte de su argumentación.
“A ver. ¿Está detenida la economía? Que yo recuerde, no se detuvo sino metió reversa en 1976, 1982, 1987, 1994 y 1995, cuando la economía se manejaba desde Los Pinos. Las reservas de divisas literalmente se disipaban en días. Las catástrofes económicas eran repentinas, sorpresivas, traumáticas y traicioneras, todas ellas 100% gestionadas por mexicanos.
Al final de alguno de aquellos regímenes, las reservas no llegaban a 100 millones de dólares. Hoy rebasan 156,000, con más de 6% en oro. Y hay una línea con el FMI por 70,000 más. Uy, cuán detenidos estamos.
Y dicen los mismos propagandistas que antes México era destino para la inversión extranjera pero ya no. Ah, caray. Yo sabía, por ejemplo, que México es potencia automovilística mundial; Nissan, Mazda y Honda han decidido poner plantas aquí y México ya rebasó al presumidote Brasil en ese terreno. Tampoco coligen que China está un poquito más lejos que México del mayor mercado del mundo, y que cada vez se cierra más la brecha entre los costos chinos y los mexicanos.”
Si intentare refutar lo dicho ahí, erraría; prefiero usar otro argumento para demostrar que nuestra mediocre economía está detenida: la falta de reformas estructurales. Si bien la responsabilidad de esto es de la clase política, la mayor parte de la misma recae en el gobierno en turno. De ahí que tomar sólo las cifras del PIB o el monto de las reservas como hacen ambos, nos llevaría a eludir la causa que explica nuestra mediocridad económica y el poco o nulo crecimiento.
Por último, señalo dos cosas; la primera, Fernando se equivoca cuando da como uno de los argumentos para dar su voto a Josefina, el que sea “… la única que ha traído a México a varios premiados con el Nobel de economía.” La segunda, pedirle que lea por favor las colaboraciones de ambos; además de valer la pena por su visión y conocimientos económicos, ambos son de una alta honradez intelectual.
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