febrero 07, 2012

EL TAMAÑO DEL MERCADO, ¿IMPORTA?

En estas últimas semanas y como salida ante problemas cuyas causas desconocen, se ha vuelto a poner de moda la vieja baratija esa de “la reactivación del mercado interno”.

Ignoro si los “motores internos” de los que habló Calderón hace tiempo, los cuales todavía hace unas semanas estaban abandonados en algún taller por inservibles, ya que los vehículos en los que se pretendía instalarlos son de modelo mucho más reciente, fueron reemplazados por los adecuados; de no ser así, una vez más será imposible utilizarlos.

El concepto de “mercado interno”, útil en las economías cerradas, de nada sirve en las condiciones actuales; hoy, dada la interdependencia económica que se rige por nuevas reglas que responden a las necesidades de la globalidad, los mercados son sólo eso: mercados, sin adjetivos.

En todo caso, si a alguien todavía le parece útil usar un concepto que como digo, fue útil en una etapa dejada atrás por casi todos los países, le convendría utilizar el concepto correcto: “mercados domésticos” si es que sus castos oídos sufren al oír el concepto correcto: mercados.

Los cambios registrados estos últimos 40 o 50 años, han obligado a los agentes económicos a utilizar un nuevo lenguaje; a utilizar conceptos que responden a las exigencias de las economías abiertas que intercambian —con pocas restricciones— bienes y servicios así como capitales.

¿Quién puede hoy, no sólo en México, sino en la misma Cuba, hablar de un mercado interno? ¿Acaso ignoramos lo que ésta debe importar para sobrevivir? Si alguien tuviere la ocurrencia de promover la activación del “mercado interno” de Venezuela, Corea del Norte, Bolivia y Nicaragua por mencionar unos cuantos países, los empresarios de Taiwán, Corea y la República Popular China así como los de Brasil, Perú, Chile y México estarían felices.

Es decir, lo que comprarían aquellos países que “reactivaren su mercado interno”, sería producido no en ellos, sino en el exterior. ¿Acaso esto significa que en los países productores se habría “reactivado el mercado interno” por producir más?

Imaginemos por un momento lo que significa, aquí en México, “reactivar el mercado interno”. ¿Será comprar más pantallas planas como fue con “el buen fin”? ¿Comer más carne de cerdo, de la cual importamos de Estados Unidos la tercera parte de nuestro consumo? ¿Comprar más computadoras? ¿Más cámaras digitales? ¿Más de esto y de lo otro cuyas partes importadas, si las fabricáremos aquí, representan un porcentaje significativo?

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