febrero 07, 2012

BASURA DE DEBATE

Otra vez, el desperdicio total; abundaron las promesas y los regalos para todos, coronado, todo ello, por la gran tragedia que nos acompaña desde hace años: Jamás dar un solo cómo y mucho menos, ni por accidente, un con qué.

¿Quién de los que vieron “el debate” cree que en las condiciones actuales es posible seguir dando todo a casi todos, sin decir de dónde saldrán los recursos que sufragarían este torrente de regalos que los tres Santas prometieron entregar a los mexicanos en caso de ser –uno de ellos– elegido primero candidato y después Presidente?

Sin embargo, mal hago en quejarme por el dizque debate; lo que Cordero, Creel y Vázquez escenificaron durante poco más de una hora, refleja bien lo que somos. La mentira que se expresa en promesas que quedarán sin cumplir junto con la imposibilidad de concretar el paraíso gratuito para millones, son la música celestial que nos idiotiza.

Es lamentable que los tres, frente a lo que sucedió en Grecia, España e Italia, no se guarden de hacer promesas que saben no podrán cumplir por una razón tan simple como ésta: No hay recurso que alcance y de haberlo, éste deberá canalizarse a otros y de otra manera, no como lo prometieron.

Mientras los tres se disputaban el honor de ser los más regaladores sin exigir algo a cambio, recordé algunos de los versos del conocido bolero “Miénteme” –“Voy viviendo ya de tus mentiras, sé que tu cariño no es sincero”–, pues aquellos, en vez de medirse y dar unos cómos y algún con qué, seguían prometiendo concretar lo que bien saben ya no es posible mantener.

Al oírlos prometer tanto sin decir de dónde sacarían los recursos, era imposible no seguir recordando a Los Panchos con aquello de “mas si das a mi vivir, la dicha con tu amor fingido; miénteme una eternidad, que me hace tu maldad feliz.” Las promesas volaban por encima de los tres y ni por no dejar, para tratar de hacerlas parecer creíbles, lanzaban uno que otro cómo y al menos un con qué.

Los tres, profundos conocedores de esa visión arraigada entre nosotros desde tiempo inmemorial –que consiste en obtener todo sin trabajar y dar algo a cambio de lo recibido–, seguramente pensaban en los dos últimos versos que resumen, clara y objetivamente, la visión que tenemos de lo que debe ser y hacer el gobierno: “Miénteme más, que me hace tu maldad feliz”.

¿Acaso piensan los tres que así, con esa conducta de dilapidar los cada vez más escasos recursos con que contaremos, es posible realizar una gobernación responsable? ¿Desconocen los tres las exigencias presupuestales que representan desde ahora, las pensiones y los servicios de salud pública para atender a los millones de mexicanos mayores de 65 años? Los cómos y los con qué brillaron por su ausencia; lo que sí abundó fue la hipocresía acompañada de promesas imposibles de cumplir.

Uno de ellos será el candidato; ése deberá enfrentarse a Peña y confrontar el rosario interminable de promesas mostrado antier, con lo que deberá ser una propuesta sensata, prudente y, sobre todo, realista.

Lo que vimos el martes es el pasado; lo que por decenios hizo el PRI bien lo aprendieron los tres panistas del “debate”.

No dudo que a tanto pasado, Peña responda con una propuesta de futuro. Debe hacerlo, y lo hará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario