mayo 02, 2012

CRECIMIENTO ECONOMICO

No cabe duda que andamos mal; por más que nuestros funcionarios festinen el crecimiento proyectado para este año del tres y algo, es una vergüenza que países con menos recursos y potencial menor que el nuestro rebasen 6.0% y en la República Popular China, haya hoy preocupación porque 2012 crecerán, solamente, un poco más de ocho por ciento.

¿A qué se debe que funcionarios que saben lo que explica el crecimiento económico, festinen crecimientos mediocres de poco más de 3.0%? ¿Acaso les ordenan presumir lo que por ser una vergüenza frente a las necesidades en materia de empleo, condenarían si se atrevieren?

¿Qué explica el cinismo de un funcionario federal, estatal o municipal, cuando defiende lo indefendible?

-¿Es la sumisión o el miedo a quedar desempleado? ¿Tan baja es la autoestima de los que andan por los corredores del FMI presumiendo lo que no es verdad?

¿Puede, por otra parte, un país que requiere crecimientos altos durante un buen número de años, alcanzarlos con funcionarios que antes que otra cosa, no dicen la verdad y mienten con una facilidad que los degrada, no sólo como funcionarios sino como personas?

¿Acaso es ése nuestro destino, tener siempre ese tipo de funcionarios? ¿No hay quien se atreva a decir la verdad, y decirla sin temor a ser despedido para empezar a corregirla?

De la misma manera, ¿no es posible contar con gobernantes –Presidente de la República, y gobernadores y presidentes municipales– que privilegien la verdad por encima de la mentira?

Hoy, México nada en un mar de mentiras e hipocresía; mentimos acerca de nuestra economía y su situación real; mentimos acerca de la salud financiera de los sistemas de pensiones y la solvencia de nuestras instituciones de salud, y mentimos acerca de la calidad de la educación que imparte la casi totalidad de nuestras universidades públicas.

Tal parece que la única actividad para la cual son excelentes nuestros gobernantes hoy en día, es mentir; por ello, dado que la mentira no ha sacado de la pobreza y el atraso a ningún país, me gustaría que los cuatro candidatos a la Presidencia de la República se comprometieren ante electores y población entera, a no mentirnos durante su encargo.

Nada me gustaría más que establecieren el compromiso de decir la verdad; de informarnos cuál es la situación real –por crítica que fuere– de Pemex y CFE, del Seguro Popular, el IMSS y el ISSSTE; que nos dijeren la verdad del campo mexicano con la crudeza y el profesionalismo de un médico, a punto de intervenir a un paciente cuya vida está en sus manos.

Son importantes los cómos y el con qué, pero ante tanta mentira que a la menor provocación sueltan los que hoy gobiernan, mucho me gustaría que los cuatro que buscan la Presidencia de la República se comprometieren a no mentir y a estimular a sus funcionarios a hacer lo mismo, hablar con la verdad.

Si se apegaren –tanto el victorioso como sus funcionarios– a este compromiso el primer año de su gobierno, México daría un salto cuántico en la búsqueda de tasas altas de crecimiento por periodos prolongados, para dejar esta mediocridad económica que nos asfixia. Doce meses de verdades y el resto, dedicarlo –con voluntad y firmeza– a corregir de raíz lo mucho que está mal.

¿Acaso es mucho pedir?

CONOCEN SU DERROTA

Para estas fechas, ni Vázquez ni López dudan de la aplastante derrota que sufrirán el 1 de julio aún cuando no lo acepten; por más acusaciones infundadas que hagan dos o tres “dirigentes” que sólo son un accesorio que López desechará sin consideración alguna cuando así le conviniere, no pueden borrar la realidad.

El tema central de la elección en curso, no es ya el resultado de la presidencial; ése ya está decidido. Los equipos de los candidatos ya hacen “cuentas” para estimar el número de diputados y senadores con que cada partido contará en la siguiente Legislatura.

Si nos atuviéremos a lo que arrojan las encuestas, la probabilidad de que el PRI contare con más de 250 diputados y 64 senadores, sería muy alta. Esto, que para muchos priistas debe festejarse ya y para sus adversarios es motivo de coraje y frustración por la debacle de la que tardarán años en salir, convendría verlo con cuidado y no festinar anticipadamente.

Veamos ahora un aspecto al que conviene prestar atención; ¿qué pasaría si Peña Nieto, en su calidad de Presidente de la República, no enviare las iniciativas para concretar muchas de las reformas pospuestas desde hace años que no requirieren, por supuesto, modificar la Constitución?

Por otra parte, qué pasaría si las enviare y aun cuando los números garantizaren su aprobación, los responsables de la operación política en ambas Cámaras del Congreso no lo lograrían. Otro escenario sería, que enviare reformas que requerirían modificar la Constitución pero algunos de sus operadores en las Cámaras junto con las otras fracciones, las boicotearen.

Ahora bien, si los perdedores –en una muestra de pequeñez no infrecuente en partidos o grupos que no entienden las causas del rechazo del elector–, se unieren para bloquear todo cambio propuesto por Peña Nieto y además, contaren con la complicidad perversa de algunos legisladores del PRI que verían cerca la pérdida de sus privilegios, la situación que se configuraría –de darse alguno de esos tres escenarios–, sería muy dañina para el país.

Un escenario así significaría, que el próximo gobierno y el presidente Peña Nieto perderían el bono democrático obtenido en las urnas y enfrentaríamos, sin duda alguna, la inmovilidad y una debacle casi segura. Ante esta eventualidad, ¿usaría el Presidente sus recursos para poner orden en las fracciones de su partido?

El resultado de la elección presidencial y los números en las Cámaras que muy posiblemente obtendrá el PRI, son un claro mandato para concretar, a la brevedad, cambios y reformas pospuestos por la mezquindad de unos y el temor de otros a perder privilegios. Valdría la pena entonces, analizar con objetividad la obtención de los 251 diputados y 65 senadores que representaría, sin duda, un triunfo que no podrán demeritar los señalamientos sin sustento de los perdedores.

La operación en el Congreso será entonces, la clave para construir un mejor futuro y recuperar el crecimiento mediante la concreción de las reformas pendientes. De ahí que la capacidad, visión de futuro y lealtad probada al proyecto de Peña Nieto de sus operadores en el Congreso, deberá estar clara y debidamente garantizada. Si no cuidare esto, dejaría la Iglesia en manos de Lutero.

AFUERA NO LLUEVE COMO ADENTRO

Cada día salen nuevos efectos que rayan en la in-sania, de la ya no tan festinada reforma electoral que el Congreso de la Unión aprobó el 2007. De nada valieron los argumentos de quienes veían en ella un retroceso y yo añadiría hoy, una fuente de ridículo más para el país en lo que se refiere a nuestra “cultura democrática” pues los interesados en promoverla, buscaban algo más que la mejoría de la democracia mexicana.

Estos últimos, junto con el que pensando en escenarios irrealizables para cinco años más tarde y que ordenó a las fracciones de su partido en ambas Cámaras que la aprobaran, hoy nada dicen de lo que es evidente: dicha reforma fue un gran desatino y un proyecto personal.

Hoy, ante las restricciones que cada uno se pasa sin recato alguno por el Arco del Triunfo, sobresale lo que hace el presidente Calderón. Si bien en el territorio nacional no puede hacer campaña a favor de él mismo pues la suerte de Vázquez ya le importa poco, aprovecha las salidas del país y en cuanto acto público lleva a cabo, realiza un mitin para promover la imagen, no de Vázquez sino la de Felipe Calderón.

Hoy, en esa búsqueda de popularidad que además resulta infructuosa, se adjudica la reducción de la migración mexicana a Estados Unidos porque, afirma, las oportunidades creadas por su gobernación han hecho atractivo —para miles de mexicanos— quedarse aquí en vez de irse al país del norte.

¿Importa que Estados Unidos no haya recuperado aún la senda del crecimiento? ¿Tampoco el peso que pudiere tener que la recuperación de esta crisis se dé sin la acostumbrada creación de empleos? ¿Tampoco tiene importancia el mejor desempeño de las autoridades de Estados Unidos en la reducción del flujo migratorio? Lo único pues, que explica la reducción del flujo de migrantes a Estados Unidos, es la gobernación de Felipe Calderón según, ¡adivinó usted!, Felipe Calderón.

¿En dónde entra Vázquez en esta promoción personal que lleva a cabo nuestro Presidente? En ninguna parte; es más, no se trata de apoyarla a ella sino de promoverse él pues a partir de este 1 de diciembre —después de unas merecidas vacaciones—, habrá que empezar a buscar trabajo; además, si las restricciones absurdas de una reforma constitucional que él apoyó puede eludirlas en el extranjero, pues a hacerlo.

¿Qué dice de nosotros esta conducta tramposa que practican todos los políticos de México, no sólo el Presidente? Lo menos, que somos un país con un quehacer político primitivo y un Congreso que en materia de democracia, prefiere el retroceso y las restricciones a la competencia.

Soy partidario de la participación —sin hipocresía alguna—, de quienes deseen apoyar a los suyos en la búsqueda del voto; la única restricción obligada, es la prohibición del uso de recursos públicos para este fin. ¿Qué mal le haría a la democracia, que Calderón dijere en México lo que fue a decir a Estados Unidos? Ninguno pero, sí se lo haría a su partido y a su candidata porque lo que afirma es un desatino.

¿Acaso es tan débil nuestra democracia, que tememos que gobernadores, presidentes municipales y el Presidente de la República digan quién es su favorito y lo apoyen abiertamente? ¿Acaso ya olvidamos aquello del beso del diablo? Lo que les pediría Vázquez a aquellos es entendible: mejor no me apoyen; el desprestigio de aquel grupo es tal, que su silencio y alejamiento la ayuda más que sus muestras de apoyo.

Por favor, deroguen ya ese engendro legal.

LA CULPA NO CAE AL PISO

Sorprende el cinismo de algunos gobernantes y de buena parte de los políticos de países que hoy enfrentan la peor de las debacles, cuando intentan eludir su responsabilidad en la situación actual que enfrentan; asimismo, sorprende su habilidad para culpar a otros de las consecuencias de sus irresponsables decisiones en materia de finanzas públicas.

Sorprende aún más, la ingenuidad y la ignorancia de “intelectuales” y “expertos” que al igual que aquellos intentan, con un simplismo que debería avergonzarlos, culpar a quien nada tiene que ver en la suerte que corren no pocos países cuya clase política no se atrevió ni atreve a decir la verdad a su población, reconocer sus errores y a explicarles que los beneficios de los cuales disfrutaron durante decenios, carecían de sustentabilidad pues fueron financiados, casi en su totalidad, con deuda.

En esto de los beneficios que un país concede a millones en forma de jugosas pensiones, primas para vacacionar durante varias semanas y subsidios que son un despilfarro de recursos con los cuales no se cuenta, hay una regla de observancia obligatoria: “No se puede repartir riqueza que no haya sido acumulada”.

Hoy, los que la violaron de manera sistemática durante decenios y se enfrentan hoy a la peor de las debacles y a la quiebra de las finanzas públicas de sus países, buscan culpar a quien no tiene culpa alguna de su suerte. Afirman los cínicos —junto con los ingenuos y los ignorantes—, que los únicos responsables de su actual desgracia no son otros que Alemania y la señora Angela Merkel.

Olvidan un hecho que exhibe su cinismo, ingenuidad o ignorancia; los países hoy en ruinas o cerca de ella, desde muchos años antes de que la señora Merkel mostrara interés en la política, ya estaban en una espiral descendente al abismo en cuanto a finanzas públicas sanas se refiere; esto, como consecuencia de otorgar beneficios y subsidios los cuales, como dije, eran solventados con deuda que generaba una burbuja la cual, los que los autorizaban, sabían que más temprano que tarde estallaría.

¿De dónde sacan argumentos para culpar a Alemania y a Angela Merkel de su suerte? ¿Acaso su visión irresponsable, es resultado de los agravios alemanes del pasado? ¿O es la envidia al ver cómo viven y administran la riqueza que producen, consecuencia de su alta productividad y vida austera?

¿Qué mueve a un intelectual tercermundista a repetir lugares comunes, propios de quien pocas veces recurre al raciocinio y casi siempre a la ideología para señalar como responsables de la situación que enfrentan varios países europeos, a Alemania y a la señora Merkel?

¿A quién culpará aquél de nuestra la debacle de mañana, de seguir con las políticas erróneas que debimos haber repudiado hace decenios?

¿Acaso será también, “como todo el mundo” sabría en su momento, que la responsable será la nueva señora Merkel?

¿Afirmará mañana, con la firmeza que hoy lo hace, que no tienen responsabilidad alguna nuestros legisladores cuya cortedad de miras y complicidades los ha llevado, una y otra vez, a mantener los privilegios de grupos de presión y los suyos propios en vez de reformar en beneficio del país y el crecimiento?

Mucho bien haría, si opinare con mesura y objetividad de lo que parece conocer superficialmente; temas que por lo demás, requieren del conocimiento especializado no del cliché y el lugar común, propios estos, de los políticamente correctos.

USTED CONTROLA EL CONTROL REMOTO

Alejandra Sota, vocera de la Presidencia de la República, y Alejandro Poiré, secretario de Gobernación, charlaron ayer ampliamente en el restaurante del hotel Four Seasons sobre “temas de la agenda nacional”. La plática se extendió más de una hora. Los dos estaban aislados, lejos de oídos indiscretos.

No sabemos si hablaron del tema que causó furor ayer en medios y redes sociales: la transmisión, en el mismo horario, del primer debate entre los candidatos presidenciales y el partido de liguilla Morelia versus Tigres.

Ambos eventos pasarán, por distintas canales, el próximo domingo a las 20 horas.

Televisa, Cadenatres, entre otras televisoras, transmitirán el debate. TV Azteca el futbol.

El IFE, los partidos y los candidatos que le apuestan al debate para repuntar en la intención de voto están preocupados por el rating que les pudiera quitar el partido.

Josefina dice que en el debate se resolverá parte de la contienda electoral. La Coalición Movimiento Progresista, que postula a Andrés Manuel López Obrador, exigió al IFE que gestione, ante la Segob, que el encuentro entre candidatos presidenciales se transmita en “cadena nacional”.

Pero ni el debate ni la libre programación de un canal son asuntos donde el gobierno pueda obligar a nada ni a nadie.

El tema, sin embargo, ofrece una buena oportunidad a Alejandro Poiré de mostrar sus habilidades de negociador. El reto allí está. Veremos cómo lo resuelve.

La lucha contra el crimen organizado es un punto donde la “diferencia” que pregona Josefina Vázquez Mota le pega de frente al gobierno de Calderón. Está claro que la candidata del PAN no ha abrazado la estrategia de Felipe. Cree que le restaría puntos en la contienda presidencial, por el altísimo costo que ese combate ha tenido en vidas humanas.

El Presidente ha dado señales de que no le gusta ni tantito el deslinde de la candidata del PAN. No es gratuito que haya destacado, en la Asamblea de la Concamin, que quienes señalan que la estrategia está equivocada, acaban diciendo que hay que reforzar lo que se hace.

Sabemos que no se refería sólo a Peña Nieto o al Peje, sino también a Josefina.

“A la fecha no hay debate público, ninguna alternativa verdaderamente distinta, viable, clara, a lo que se está haciendo hoy”, subrayó Felipe ante los industriales.

En el gobierno federal están convencidos de que Josefina se equivoca al tomar distancia de las acciones de Calderón. Juran que una aplastante mayoría de la población apoya la decisión de recurrir a las Fuerzas Armadas para “atacar frontalmente”, a los criminales. “Si el almirante Saynez (secretario de Marina) se llegase a presentar como candidato a gobernador de Veracruz, no hay duda que arrasaría”, aseveran. Así de seguros están.

Rodrigo Medina, Nuevo León; Egidio Torre Cantú, Tamaulipas; César Duarte, Chihuahua, son los mandatarios estatales mejor calificados en materia de cooperación en la lucha contra el crimen organizado, según fuentes del gobierno federal. “Le entraron de frente”, aseveran. ¿Y los más atrasados? Preguntamos a las fuentes. Eruviel Ávila (Estado de México) e Ivonne Ortega (Yucatán), respondieron.

Francisco Ramírez Acuña, recién nombrado embajador en España, se reunió ayer con su predecesor, Jorge Zermeño. Hablaron, obviamente, de la misión diplomática que se apresta a cumplir el ex gobernador de Jalisco en el golpeado reino del cazador Juan Carlos.

Paco Ramírez, por cierto, niega que su traslado a Madrid signifique que “abandonó el barco” de la candidata presidencial del PAN, a quien apoyó durante la precampaña. “Josefina va a dar el tirón final. Ya lo verás”, nos dijo el hombre al que un escaño perdido se le convirtió en embajada.

Zermeño se regresó de España para buscar también un asiento en la Cámara alta. No lo consiguió. Jura que lo sacaron de la jugada con trucos y mañas para beneficiar a su contendiente, Luis Fernando Salazar. “Hubo fuego amigo”, aseveró. En su caso, la embajada no se convirtió en escaño.

El ex embajador no ceja en sus acciones para revertir la “imposición” de Salazar. Si no lo logra, volverá a sus actividades privadas.

Eduardo Valle, El Búho, está grave. En Matamoros le dio un infarto. Se le complicó con una neumonía. Su cuate Joel Ortega se movilizaba ayer en las redes sociales para conseguir que lo trasladaran al Instituto Nacional de Nutrición. Tuvo éxito. La Secretaría de Salud atendió de inmediato la solicitud. El que fue dirigente del Movimiento Estudiantil del 68 será canalizado, pero a Cardiología.

Charlamos por teléfono con Ortega. Nos confirmó la gravedad de la situación. Confió, sin embargo, en que su amigo saldrá adelante. “Es un guerrero”, nos dijo.