noviembre 03, 2011

DE LA BIG, LA COCA O LA PECSI...??

Una razón que explica –en buena medida– la pésima comunicación que hemos padecido en esta administración –y en las dos anteriores también– así como en ciertos casos muy concretos en el Banco de México, es la falta de dominio de temas críticos por parte de los funcionarios responsables, quienes, quizás con algunos conocimientos “por encimita” y lecturas mal digeridas, carecen de la capacidad para comunicar –clara y convincentemente– las posiciones, en este caso, de Hacienda.

Por otra parte, el desconocimiento del español por parte de los funcionarios de Hacienda Messmacher, Revilla, Kubli y Strauss es inaceptable; no es posible que una dependencia cuya importancia es central –más en las actuales condiciones– envíe a dar una conferencia de prensa a quienes no tienen la menor capacidad para transmitir un mensaje de manera clara.

Sus respuestas –confusas a preguntas igualmente confusas sin el menor sentido muchas de ellas–, deberían llevar al titular de esa Secretaría a remediar este problema porque, en las condiciones actuales de incertidumbre, una correcta y eficaz comunicación es fundamental.

Hay dos ejemplos recientes de lo que señalo; uno, la “Minuta Número 7 de la Reunión de la Junta de Gobierno de Banco de México”, y el otro, la versión estenográfica de la “Sesión de Preguntas y Respuestas en la Conferencia de Prensa sobre los Informes de la Situación Económica… al III Trimestre.”

En el primero, se hace mención en cuatro ocasiones de un concepto que conocen bien los especialistas en Teoría de Probabilidad –“un evento de cola”–. Si bien en la página 15 se da una definición no muy precisa, jamás se da alguna idea –por vaga que fuera– de cuál podría ser ese evento de cola que nos perjudicaría.

Por ello, tal “evento” queda en la penumbra y de nada sirve que el lector conozca el concepto porque, como digo, al no señalar dos o tres de esos posibles “eventos” –probabilísticamente hablando–, la utilidad de su mención es nula.

En el otro, la poca claridad de las respuestas hace casi imposible tomar una idea y transmitirla a los lectores, radioescuchas y televidentes; los funcionarios al frente hablan de manera tan confusa, utilizan una pésima sintaxis y tal rebuscamiento, que dan la impresión de que lo que hacen es intencional pues no es posible que alguien hable tan mal el español.

El más efectivo en esto de golpear el lenguaje, Messmacher, afirmó: “Desde el punto de vista de capitales de corto plazo y de la posibilidad de un evento de cola…” y ahí se quedó; en sus “respuestas”, no es posible adivinar qué es “un evento de cola” y menos encontrar ejemplos del mismo. ¿No hay alguien en Hacienda que corrija esto?

Dieron la impresión de que “el evento de cola” en el que pensaban fue una diarrea producto de los tacos de canasta acompañados de un refresco; ése sí, “de cola”. Esto es así porque, no se les ve mucho talento a los cuatro de la mesa para hablar de la “Ley cero–uno de Kolmogorov que establece que la probabilidad de ciertos eventos –“evento de cola”–, es cero o uno”.

¿Cuándo, en aras de comunicar eficazmente, pondrán al frente de sus conferencias a quienes, aún cuando ignoren todo de “los eventos de cola”, hablen español con claridad y corrección?

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