No se hagan bolas. El voto de Elba Esther Gordillo está amarrado. La mítica maestra va con Enrique Peña Nieto en 2012. Lo hemos sostenido durante meses. Es una cuestión de sobrevivencia. El priista es puntero, por mucho, en las preferencias electorales. Voltear hacia otro lado le resultaría riesgoso.
Las posibilidades de Marcelo Ebrard, su “plan A”, son casi nulas. No las trae consigo, a pesar de que López Obrador le ha dejado cancha libre en estos últimos días. El jefe de Gobierno podría quedar muy pronto fuera de la contienda por la candidatura presidencial única de la izquierda. Las encuestas que conocemos no le favorecen. Las que mandaron hacer para decidir quién va (Covarrubias y Nodo) darán sus resultados el 15 de noviembre.
Peor aún. Las cosas no andan bien con Felipe Calderón. Sabemos que el Presidente de la República ya reprochó a la sindicalista su cercanía con el ex gobernador mexiquense. Pero ella hace alianzas por sexenio. No se compromete más allá. Y el plazo ya se cumplió
En Nueva Alianza le quieren “tapar el ojo al macho”. El presidente de ornato que tiene el Panal, Luis Castro, niega que ya esté pactada una alianza con el PRI, a pesar de que Humberto Moreira cantó los “avances” que hay en las negociaciones. Por si quedara duda, la alianza del tricolor con el partido de Elba fue avalada, no sólo por Peña Nieto, sino por el mismísimo Manlio Fabio Beltrones, otrora su feroz adversario. ¿Aún tiene dudas?
A Ernesto Cordero le falta un Juan Camilo Mouriño. En su equipo de campaña no hay estratega que juegue un papel preponderante en la toma de decisiones, como en su tiempo lo hizo el fallecido campechano con Felipe Calderón.
Tres hombres mueven el pandero en esa campaña: Rogelio Carvajal, ex secretario general del PAN; Max Cortázar, otrora vocero de la Presidencia de la República, y Moisés Calderón, ex diputado federal. Pero hasta ahora no hay grandes resultados.
Cordero no sube en las encuestas ni con todo el aparato de gobierno volcado a su favor. Consulta Mitofsky —la que más alto lo ubica de todas las que se han realizado en vivienda— lo sitúa con 10% en las preferencias electorales. Pero hay una que se desfasa: GCE. Le otorga 19%, sólo que es telefónica. Aun en esa va en tercer lugar: 51% Josefina y 21% Creel.
Por cierto que los corderistas respondieron raudos al apodo de El Chavo del Ocho que el vocero del PRI, David Penchyna, le puso al ex secretario de Hacienda porque, según dijo, no pasa del 8% en ninguna encuesta.
“Hay que mandarle (a Penchyna) la encuesta de Gabinete y Comunicación Estratégica. Trae a Ernesto con 19 por ciento. Ya es el chavo del 19 y se va a convertir en el señor de los cuarentas”, nos dice uno de los panistas que firmaron la carta de apoyo a Ernesto.
A Santiago Creel, mejor ubicado en las encuestas que el delfín calderonista, le ha hecho daño la percepción de que nada tiene que hacer en la campaña interna del PAN. Su equipo no ha logrado encontrar el antídoto que neutralice la idea de que la final, en el proceso interno, es entre Josefina y Cordero.
El visible apoyo del presidente Calderón al ex secretario de Hacienda y la subida de Vázquez Mota en los sondeos alimentan esa percepción.
Pero el panorama para el senador con licencia no es tan malo como se dice. En dos de cuatro encuestas —realizadas por Excélsior, El Universal, Mitofsky e Isa— está a la cabeza. En el promedio de esas cuatro, sin embargo, Josefina está arriba por cuatro puntos (39-35). “Muy estables las cuatro encuestas con Cordero y Creel, pero la variación sobre Josefina es mucha”, nos comentó Roy Campos, cabeza de Consulta Mitofsky.
Algunos profesionales del rumor echaron a andar la descabellada versión de que el EZLN está aliado con Los Zetas. La versión se apoya en supuestos testimonios de integrantes de la organización cristiana Ministerios Voz de los Mártires, que trabajan con los desplazados en ese estado. La versión —ya desmentida— agrega que los zapatistas protegen y guían en la selva del estado a integrantes del violento cártel, a cambio de armas y dinero.
“Son versiones sin sustento, provocadoras. No hay nada que tenga que ver con una alianza de ese tipo. Las comunidades zapatistas están dedicadas a su trabajo en condiciones humildes, pero muy dignas”, nos dijo Jaime Martínez Veloz, representante del gobierno de Chiapas ante la famosa Cocopa.